English
A basic belief of our Catholic faith is that at each and every mass the bread and wine are transformed into the Body and Blood of Our Lord Jesus Christ. Upon receiving His Body and Blood, it is our prayer that we too will be transformed into true disciples of His. We are then sent forth to be ambassadors of God’s love to our families, neighbors, and those we work with. Proof of Christ’s real presence in the Eucharist occurred in Dronero, Italy on August 3, 1631. A great fire broke out in the town of Dronero. A young farm girl had foolishly started a fire with dry hay at about the same time a strong wind blew through the town. The flames quickly and violently swept through the town. The townspeople desperately attempted to extinguish the fire, but all their efforts proved useless. Capuchin Fr. Maurice da Ceva, was inspired to call upon the Lord in the Blessed Sacrament. He immediately organized a solemn procession with the Blessed Sacrament, followed by all the townspeople, to the location of the fire. The moment the Blessed Sacrament arrived, the flames miraculously died out! Each year on the Feast of Corpus Christi, the citizens of Dronero honor the memory of this miracle with a solemn procession of the Blessed Sacrament.
Español
Una creencia ba sica de nuestra Fe Cato lica es que en cada misa el pan y el vino se transforman en el Cuerpo y la Sangre de Nuestro sen or Jesucristo. Nosotros los fieles oramos para que al recibir su cuerpo y su sangre seamos transformados en verdaderos discí pulos suyos. Es así que somos enviados como embajadores del amor de Dios a nuestras familias, a nuestros pro jimos y a todos nuestros compan eros de trabajo y de camino. Prueba de la real presencia de Cristo en la Eucaristí a sucedio en la poblacio n de Dronero, en Italia, el 3 de Agosto de 1631. Un gran incendio sucedio en esta poblacion. El incendio comenzo cuando una joven campesina por descuido prendio fuego a un monton de paja seca, y sucedio que al mismo tiempo un viento fuerte azoto a la poblacion. Las llamas ra pidamente se extendieron violentamente por toda la localidad. Los habitantes desesperadamente intentaron apagar el fuego, pero todos sus esfuerzos fueron inu tiles. Fue entonces cuando el sacerdote capuchino de nombre Maurice da Ceva fue inspirado para implorar al sen or a trave s del Santí simo Sacramento. El padre organizo de manera inmediata una procesio n solemne con el Santí simo, seguido por todos los habitantes del pueblo al lugar donde se producí a el incendio. Al momento en que el
Santí simo llego al sitio, las llamas milagrosamente se extinguieron. Cada ano, en la Fiesta del Corpus Cristi, los habitantes de Dronero recuerdan la memoria de este
milagro con una procesio n solemne del Santí simo Sacramento.