el lector

el lector


Cuando en la Iglesia se leen las Sagradas Escrituras, Dios mismo habla a su pueblo y Cristo, presente en su palabra, anuncia el Evangelio. Por tanto, las lecturas de la Palabra de Dios deben ser escuchadas por todos con reverencia, ya que son un elemento de suma importancia en la liturgia.


El espíritu de la comunidad parroquial se alimentará mediante la proclamación significativa de la Palabra de Dios. El Lector proclama clara y comprensiblemente la Palabra de Dios a la asamblea. Los lectores deben sentirse cómodos frente a la asamblea, tener buenas habilidades de comunicación oral y capacidad para leer con eficacia. Se espera que los lectores asistan a sesiones de capacitación y formaciones ministeriales continuas.

¿Quién puede convertirse en lector?

    Miembros activos y totalmente iniciados de una parroquia. Tener edad, madurez y temperamento suficiente para emprender este ministerio.


El proceso

    No existe una capacitación formal para convertirse en Lector. Cada Lector recibirá un Libro de Trabajo para Lectores anualmente. Se recomienda encarecidamente que cada Lector lea y ensaye las lecturas antes de la Misa asignada. Los lectores inexpertos deben trabajar con el Ministro Lector Litúrgico para ensayar. , aprenda a proyectar y agregue interés y sustancia a la entrega.


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