El Ministro Extraordinario
El término correcto para este puesto es “Ministro Extraordinario de la Sagrada Comunión”. Los ministros “ordinarios” de la Sagrada Comunión son los obispos, presbíteros y diáconos. Principalmente, los ministros extraordinarios de la comunión ayudan con la distribución de la Sagrada Comunión, bajo ambas especies. Los Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión (EMHC) también pueden llevar el Santísimo Sacramento a los enfermos cuando un sacerdote o diácono no está disponible para hacerlo.
Todos los ministros de la Sagrada Comunión deben mostrar la mayor reverencia por la Santísima Eucaristía mediante su comportamiento, su vestimenta y la manera en que manipulan el pan o el vino consagrados. Además de llevar el Sacramento del Cuerpo y la Sangre de Cristo al pueblo de Dios, EMHC es testigo de la presencia real de Cristo por sus acciones y por la dignidad y reverencia con la que tratan el Cuerpo de Cristo.
El proceso
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